Turá, turé…

Como una intrépida libelula… así decía cierta canción, en la que daban:

Bambú

Lo siento, tenía que hacerlo al pasar hoy por esa estación.

Y sobre el tema del bambú seguimos hablando, porque le he dado otra vez caña a RENFE, mis amigos. Esta vez han sido tres reclamaciones, una por el pésimo diseño de la estación de Tres Cantos, que no encauza el flujo de gente al llegar un tren, otra por no tener operativo el único medio para comprar billetes en Chamartín al salir del metro y otra por la impuntualidad repugnante de sus tartanas sobre raíles.

El inútil inglés

Como ya he comentado, tengo un nuevo móvil, lo que implica comprar también su correspondiente funda para el cinturón (no puedo vivir sin ella).

En todo tipo de tiendas (Fnac, PhoneHouse…) no hemos encontrado el modelo concreto que indica el fabricante y las genéricas no me gustan (si tienes un móvil bueno, que la funda sea buena también).

Finalmente, parece que encontramos la solución en “El Tajo Inglé” (sic), así que, puestos a ir, vayamos al que más cosas tiene, el de Castellana.

Parece que apuestan fuerte por Nokia, ya que Sony Ericsson lo tiene casi por pena y la zona de fundas y accesorios deja mucho que desear, con cuatro chorradas.

Preguntamos a una dependienta, que insistía en revisar el expositorio, hasta que me obliga a enseñarle la envergadura de mi aparato. Como se da cuenta que no está ahí, me dice que no, no hay, a lo que le pido que mire el modelo concreto y me dice que no, que no puede ver eso en el ordenador… ¡¡¡¡Me estás diciendo que estos grandes y reputados almacenes son INCAPACES de buscar una referencia en el ordena!!!!. La muy mala pécora, dijo que iba a comprobar y ya no apareció… entre eso y las malas formas hasta que nos atendieron tanto por los dependientes como por los pijales que no saben la utilidad de una cola fifo, salimos bastante calentitos.

Al final, la solución que tenía que haber probado primero (pero que le falla tener una web en la que comprobar los productos), Boulanger. Más barato que por eBay a sitios de dudosa reputación. Ni qué decir tiene que además, me llevé el cargador del coche.

Pasividad (de la gente/sociedad)

Yendo a comprar al Carrefour que tengo al lado de casa, veo, junto a la rampa de acceso un carro de la compra abandonado que dificulta el paso.

Pasando de lado sigo mi camino, hacemos la compra en no más de 20 minutos y vuelta a 127.0.0.1 otra vez.

Hasta ahí todo bien, porque… El carro sigue ahí, nadie se ha dignado a quitarlo… es sólo empujarlo un poquito, lo justo para no molestar, además del peligro de que se vaya hacia la rotonda y se lo coma un coche.

Esto me recuerda a un experimento que hice una vez en la Biblioteca de la Politécnica de Alcalá: en mitad del pasillo, puse un par de sillas que no dejaban pasar. La gente, al llegar pasaba como podía, como si las sillas dieran calambre, sin tocarlas, sin apartarlas, sin… darle una patada aunque fuese.

El carro lo he lanzado cuesta abajo, donde no molestará en mucho tiempo (da a zona de mantenimiento). Las sillas las quité cuando me cansé de tan lamentable espectáculo.

¿Piensas en defraudar?

Acabo de ver el anuncio de la Agencia Tributaria, donde te preguntan si piensas no declarar todo, pues, de hacerlo así, no habrá colegios, ciudades verdes, monumentos conservados, hospitales…

Yo, sin embargo, cuando me sablean los de Hacienda pienso en:

*) Sueldos de concejales/alcaldes escandalosos.

*) Subvenciones a titiriteros y “hartistas”.

*) Compras de arte y remodelaciones en los despachos de “Menestros” .

*) Consejeros y “ponedores de cazo”.

*) Viviendas VPO a “hijos-de”, “sobrinos-de” y demás “relación familiar-de”.

*) Becas a “nosesabequién”/”nolasnecesito”.

*) Pérdida del poder adquisitivo de la clase media.

*) Ministerio de dudosa utilidad.

En cualquier caso, habrá que pagar…

Contestación de RENFE a mi reclamación

Hace algún tiempo, puse una reclamación en RENFE.  Como era de esperar, han enviado una carta cuasi-modelo. En ella tratan de justificar lo injustificable, como son las medidas draconianas de los Bono-Tren. Justifican que:

1) El Bono-Tren proporciona beneficio económico a los clientes.

2) Es un título que puede ser usado por varias personas, haciendo su fecha de caducidad adecuada.

3) En la estación está puesto las normas de estos Bono-Timo, que incluso vienen impresas en el propio billete.

En cualquier caso, se disculpan por las molestias que me hayan ocasionado, pero sigo sin estar conforme. Esto es un fascismo en toda regla.

RENFE y sus timos

Comenzamos con el primer post “metecaña” de los que tanto me gustan.

La historia comienza cuando el otro día con el coche estropeado tuve que usar la tan famosa estos días RENFE. Resulta que antes de ir en coche, tenía un boleto de 10 viajes y me sobraba uno. Al querer usarlo, veo que no lo reconoce. Se lo comento al “señor de la garita de los tickets” (dependiente es raro en este contexto) y me dice que sólo tiene validez de un mes… UN MES!!!!. El Bono Metro tiene un año, así que, no puedo pensar otra cosas de esta situación: ¡Es un fascismo! .

Como a la ida al curro todos vamos pillados de tiempo, la venganza se hace esperar, lo que me da todo el día para lanzar un thread en background que vaya cavilando la hojita de reclamación.

Cuando vuelvo por la tarde a la estación, pido el Libro de Reclamación para plasmar mis “sentimientos”:

“… Tengo un bono de 10 viajes y compruebo con gran estupor que éste es sólo válido durante un mes, no como el Bono-Metro que dura un año (y que es canjeable hasta 2/3 meses después). Sólo interpreto este hecho bajo la pura especulación y ánimo de lucro de RENE, y por supuesto, de quien depende (por desgracia), el Ministerio de Fomento. Esta práctica parece saca de una novela de gangsters y mafiosos pero pensaré con buena fé y no atribuiré estas negativas cualidades a los que, pensando en el beneficio y no en la labor social, han parido este fascismo…”

Ya os contaré cuando me llegue la respuesta a esta reclamación, que por cierto, os animo a hacerlas para que esta gentuza no nos siga ninguneando.