Baturreando en Zaragoza

Esta semana, el roadshow me ha llevado a Zaragoza. Como siempre, a última hora pillando el boleto del AVE… Como es habitual la web de RENFE me dio varios problemas para terminar el proceso de compra y para colmo, en el billete que te tienes que imprimir, te meten publicidad… Por favor, publicidad: ¡No con mi tinta!.

El viaje a Zaragoza es realmente corto, en tan sólo hora y media estás allí, dando poco tiempo a tomar nada en la cafetería móvil que tiene… nunca mejor dicho lo de móvil, pues a diferencia con el AVE a Sevilla, el que va hacia Zaragoza/Barcelona se mueve más que una barca, haciéndose difícil caminar sin ir agarrándose a los asientos. Particularmente, me pareció más movido el viaje de vuelta, donde al menos cayeron un par de vasos en la cafetería.

Estacion del Ave en Zaragoza

Estacion del Ave en Zaragoza

El viaje fue relámpago, pues estuvimos sólo 4 horas allí, volviendo tras terminar el show. Por cierto, en el hotel NH Ciudad de Zaragoza pude ver a José Sacristán… está claro que cuando un día medio nublado y dentro del hotel, sólo un “famoso” va con gafas de sol. En cualquier caso, estuve al loro de que no cogiera nada de nuestro catering, al que se arrimó un músico (llevaba un violín) quizás ruso por la “pinta” y como no lo íbamos a comer todo no nos importó que cogiera algo.

A la vuelta, estuvimos en el “lounge” de los viajeros de AVE… que como en todo, hay clases, y estas cosas no las ponen en los cercanías, no sea que el populacho estropee los sofás:

Zona de Descanso Estacion del Ave en Zaragoza

Zona de Descanso Estacion del Ave en Zaragoza

Como el viaje fue muy rápido, el coche no estuvo apenas 8 horas en la estación, pensé que el parking de Atocha tendría un precio “razonable”, pero, ¡iluso de mi!, 27 pavazos que me robaron los muy… Luego pone que el máximo por día son 27 euros. El próximo día pienso aparcar en las plazas reservadas de AVIS/HERTZ y demás, que son más anchas y por el precio que vale el dichoso parking, me lo tenían que limpiar y encerar como poco.

Creo que comenté en un post anterior que me tenía pendiente lleva a Alicia a cenar por el octavo aniversario, así que, ese mismo jueves, aunque fue un día largo, nos fuimos al italiano favorito de Alcalá, el Abruzzi. Para variar, tomamos pasta fresca, pero fui a lo seguro, la típica carbonara. Una vez más, excelente y muy recomendable (el aceite con vinagre de módena reducido que ponen como entrante, untado con pan entra genial).

El sábado, también tuvimos cena social, con antiguos compañeros del trabajo. Nos llevaron a un italo-argentino en Alcobendas, la pizzería San Telmo, donde las pizzas no estaba nada mal y las empanadillas muy buenas. Luego vino lo mejor, un helado italiano genuino, cremoso, realmente excelente, en la Heladería La Romana.

Para terminar la semana, tantas “fiestas” en las últimas semanas, pasaron factura el domingo: organizar un poco la casa, con aspirador incluido, en plan zafarrancho de combate, pero con las pelusas como ratas de gordas.

En Sevilla

El RoadShow ha comenzado y como primera parada ha tocado Sevilla. La verdad es que, aun siendo el primer evento (con nueva presentación y material), ha salido bastante bien.

La presentación, de unas dos horas, tiene mucho contenido dinámico, vídeos y demos, pero lo mejor es que como están en inglés, los “doblo” para mejor comprensión de la audiencia, y aquí es donde viene lo mejor… ¿habéis visto los vídeos de Troy McClure?, pues algo parecido.

Finalizado el evento, fuimos a un Sloppy Joe’s a comer, pero aunque Alicia los recuerda gratamente, a mi me pareció del montón o peor, pues la hamburguesa venía sin ketchup y al pedirlo nos dan un dedal (sí, de ese mismo tamaño) por 0.20 €… La verdad es que me defraudó bastante.

Sloppy Joe's

Sloppy Joe's

Al día siguiente, entre reunión y reunión, pasamos por la franquicia “Papasá“, cuyo nombre me hace muchísima gracia. Lástima que a las 10 A.M. no esté abierto, pues me han dicho que es excelente.

Por cierto, la ida y vuelta fue en AVE, lo que me vino genial para probar el pincho 3G de Yoigo. Nos ha llegado una oferta, tanto a Alicia como a mi, que nos ofrece un adaptador 3G por USB por sólo 25€ precio total, en prepago, sin contrato… Ya le he metido mi antigua SIM de Yoigo, por lo que tengo Internet por sólo 1.2 € al día. Por su parte, Alicia ha desbloqueado ambos “pinchos” y se ha comprado una tarjeta de Simyo que le da internet por 5€ al mes.

Finalmente, se nota que en Sevilla el tiempo es más “agradable” en esta época: allí de traje no se iba mal por la calle, pero al llegar a Madrid y salir del AVE, se notaba el fresquito… aunque siendo Noviembre, debería hacer mucho más.

En Toledo

El fin de semana pasado estuve en Toledo, aunque mejor dicho, en el hospital (de visita).
Está al lado de la nueva estación del ave, a la que puedes llegar (ida y vuelta) por poco más de 15€.
Como siempre, Toledo, desde cualquier sitio, tiene buenas vistas:
desde_el_hospital_de_toledo

Ave a Barcelona

La semana pasada, para ir al Training de Barcelona, decidí coger el AVE y evitar los molestos controles de los aeropuertos.

Para entrar en la estación, únicamente hay que pasar las maletas por un scanner, no siendo necesario desnudarse como ocurre en los aviones. Además, puedes embarcar unos pocos minutos antes que la partida, así que no hace falta estar mucho tiempo antes en las estación (eso sí, si vas muy justo y los semáforos están en rojo, te arriesgas a no llegar como apures).

El viaje dura unas 3 horas, durante las cuales, te ponen una peli, tienes el bar (un par de bocatas de jamón, cerveza y cocacola por 17 €… ¡me los quitan de las manos oiga!).

Era la primera vez que iba en AVE, así que, no hacía más que recordar lo que me contaba la gente: es como si levitase, parece que va volando, no hay traqueteo…. ¡¡¡Y un pepino!!! Aquello se mueve como un barco, tanto a la ida como a la vuelta. Al andar por el pasillos, te tienes que agarrar a los asientos porque se pierde el equilibrio y mientras estás currando con el portátil, las manos se me iban de las teclas del vaivén que tiene.

Para terminar, en clase turista no está incluido el parking, que sólo vale 25 €/día, por lo que, según vaya a ser la estancia, quizás compense pillar un billete de Business (además de no tener a dos garrulos palurdos detrás pegando voces porque no se oyen entre ellos al llevar los auriculares puestos).