Se nota que el trimestre está avanzado

Ya llevaba un tiempecillo sin escribir, pues se nota que el trimestre ya está avanzado y el poco tiempo que me sobra hay que aprovecharlo.

La semana pasada, la de San Isidro, donde tuve festivo, fue relativamente tranquila, aunque tuve un par de días de “acción” en Guadalajara. Quería haber comprado, como recompensa pues se solucionó el problema, una caja de bizcochos borrachos en Hernando, pero como el cliente me acompañó casi hasta el coche, me dió un poco de apuro. En cualquier caso, tampoco me convienen.

Esta semana sin embargo ha sido algo más movida. He estado en Santander y Gijón. Fui en avión, pues en coche implica una noche más de hotel y un día perdido (entre ida y vuelta), así que sale rentable. El aeropuerto ya lo conocía, pero creo que lo han ampliado y ahora tiene dos fingers. Para moverme por allí alquilé un coche con LastMinute que sale más barato que directamente con Atesa y, aunque era con franquicia (todo el rato pensando en que me iba a tocar a mi pagar cualquier arañazo), LastMinute tiene un seguro (mucho más barato) que te devuelven el dinero.

Hacia la primera reunión, por el paseo marítimo

Hacia la primera reunión, por el paseo marítimo

Por la mañana tocaron reuniones en Santander y por la tarde Gijón (donde comí, para variar en un chino, pues tienes una buena mesa en la que abrir el portátil y trabajar un poco), para por la noche volver a Santander. Allí me hospedé en el Hotel Escuela Las Carolinas, un sitio muy, pero que muy recomendable. La habitación, el trato… todo excelente.

En el museo arqueológico están quitando ciertos escudos

En el museo arqueológico están quitando ciertos escudos

Terminado el día, de vuelta a casas, pero en un avioncito de Iberia… al menos no era de hélices, pero se movía bastante. Lo peor es que salí de la Terminal 1 de Barajas y regresé a la 4, tocando coger el autobús que une las terminales (un atraso, en Heathrow hay una especie de metro o un autobús interior… el de Barajas va por la autovía y no pasa por la de peaje, dando más rodeo).

Finalmente, con tanto viaje, me ha tocado currar el finde preparando los trainings que tengo que dar, pues como hemos sacado un nuevo producto, ha cambiado el temario.

Semana apretada

La semana comenzó con viaje a Lisboa, aunque en este caso, sólo un día y con vuelta no a Madrid, sino a Barcelona. En Lisboa, tocó otra vez Frango de Guia para comer… en breve me acabarán conociendo por allí. Para la cena, el aeropuerto de Lisboa tiene hasta Pizza Hut, así que ahí comimos.

En Barcelona estuve dos días, martes y miércoles, haciendo un poco “de turismo”. Para comer, desde un chino a un plato combinado (dependiendo del tiempo que tuviera), pero el martes, para la cena, fui a La Tramoia. El sitio está muy bien y toda la comida es a la brasa, pues tienen la cocina a la vista con una especie de barbacoas de carbón. Comí una hamburguesa de solomillo y unos huevos estrellaos. El sitio está cercano al Corte Inglés, a unos diez minutos de mi hotel, el Villarroel, lo que viene bien para darse una vuelta por la zona.

El hotel, parece interesante, pero tenía algunos problemas, como por ejemplo, un aire acondicionado muy ruidoso, una ventana que no cierra bien en la habitación y el agua caliente que sale tibia, pasando un poco de frío al ducharme. Por lo demás, es moderno y está bien, además de estar bastante céntrico, en una zona muy “divertida” (había muchas banderas arcoiris).

El miércoles cogí el tren en Sants hacia el aeropuerto. Esperando al avión (el último de Vueling, es decir, con una hora de retraso) vi a uno de los miembros del jurado de Factor X, Miqui. Con la espera, aproveché para comprar en las Duty Free (timabobos, es más barato en la calle muchas veces), una colonia para Alicia y, para la espera, un Jueves para mi.

De vuelta a casa, al día siguiente tocó darse una vuelta por Guadalajara, así que sólo he tenido el viernes para estar algo más tranquilo y poder cerrar temas pendientes… es más, hoy domingo estoy terminando el curso que tengo que dar mañana.

Titulado con título

Hoy, aprovechando el último examen del cuatrimestre de Alicia, lo he pedido de vacaciones.

Tras llevar a Alicia a Guadalajara, me he pasado por la uni, he aparcado el coche en el reservado para el rector (porque yo lo valgo) y recogido finalmente el título.

Hay que firmar por triplicado, en una especie de fotocopia, que va al registro nacional de títulos, un facsímil que se lo queda la uni en mi expediente y, finalmente, otro para mi. Luego, la secretaria tiene también que firmar, explicar que yo, en persona, fui a recogerlo… un rollo.

Tras el proyecto fin de carrera pensé que había terminado por completo con la uni, aunque, creo que ahora ya sí es definitivo, salvo que me meta en la asociación de antiguos alumnos (tengo que ver qué ventajas me aporta y cuánto me cuesta al año).