De eventos y oposiciones

Estas dos últimas semanas las he tenido llenas de eventos. Uno de ellos, el de Madrid ha sido en el hotel Avenida de América. Un sitio muy inquietante, arquitectónicamente hablando. Tras una demo de cómo se para una inyección SQL con Watchguard, fuimos al coktail en el pub, situado en la última planta:

Desde el hotel Avenida de América

No me atreví a pasar por el suelo de cristal

El viernes 18, por la tarde, acompañé a Alicia a la oposición en Aluche, pues la verdad es que está un poco lejos. Llegamos allí, exploramos la zona, comimos en un Burger King cercano y la dejé hablando con alguna conocida para quitarse los nervios antes del examen. Cuando me avisó de que había terminado, como me quedé por Madrid trabajando, me acerqué a por ella. Parece que no le ha ido mal, pero bueno… ya se verá. Al día siguiente, segunda parte del examen, así que paseíto para allá de nuevo. Ya sólo le queda la exposición oral del tema. Todo este proceso se desarrolla en institutos, aprovechando que ya terminaron las clases:

Instituto donde Alicia está realizando la oposición

Instituto donde Alicia está realizando la oposición

Finalmente, el día 25 terminó la tanda de eventos: Training en un hotel del campo de las naciones, en el cual fue mucha gente, la sala era enorme, pero debido a un fallo logístico (me olvidé el super-ratón con puntero), sólo podía pasar las transparencias tocando el teclado del portátil, así que no pude moverme por la sala como me habría gustado y hacer el curso mucho más dinámico.

Finde completo

Este finde comezó pronto. El mismo viernes, por la tarde/noche hicimos una quedad con los convictos y ex-convictos, aunque había alguna “estrella invitada”, que, pese a no ser convicto, sí estuvo con nosotros en el despacho.

El lugar fue “Terra Mundi”, un gallego situado en la calle Lope de Vega de Madrid, muy cerca del Congreso, donde dejé el coche en el parking cercano al Tyssen.

El sitio es bastante atípico: parece más un italiano que un gallego, y las camareras de gallegas tienen poco… Los platos no están mal, aunque no son “abundantes”, pero, ¿en qué restaurante de Madrid ponen platos abundantes?. Los pimientos de Padrón, que son como una ruleta rusa, dejaban algo que desear, pues ninguno picaba, lo que les quitó la gracia.

Finalmente, los postres, que son excelentes, aunque las Filloas no me llegaron a entusiasmar… sabían demasiado a naranja.

Tras el gallego, fuimos por Huertas a un hawaiano. Nunca había ido por ahí, lo que me resultó algo violento, continuamente te abordan relaciones públicas de garitos ofreciéndote copas gratis y ofertas similares.

Al llegar al hawaiano, había cola para entrar, así que, cambio de planes, al O’neils, un pub irlandés enorme y con música en directo. Tras las pinta de cerveza (en mi caso una cocacola), tocó retirada, no sin antes un susto en el coche con un loco que se cruzó por delante en la rotonda de Atocha (nada mejor que tomar la primera salida de la rotonda desde el interior).

El sábado, tocó hacer la compra a la velocidad del rayo, ya que el domingo no abren y teníamos que llevar un brownie a casa de unos amigos a los que no veíamos desde hace tiempo, además de no conocer su casa. Recordamos las batallitas del instituto y, algún que otro cotilleo de la uni (qué sabíamos de otros compañeros, etc…).

Cenamos allí, con un invento curioso: una especie de pizza “rápida”. Consiste en hacer una masa, bastante líquida, con huevos, mozzarella y leche, que se vierte sobre rebanadas de pan de molde. Se pone cobertura de bacon, jamón… y al horno.

Después de tanto ajetreo este finde, toca reposo, así que, a predicar con el ejemplo.