Al final no lo hice…

Hace algún tiempo, comenté qué iba a hacer con mi voto… pues bien, al final me he rajado.

No creáis que mi idea era un partido u otro, sino algo radical: meter en el sobre papel higiénico usado. Lo tenía todo pensado, hasta lo que comería durante un par de días antes del gran momento para asegurar un buen derrape.

Poco a poco, me empezaron a surgir remordimiento… ¿se podrían dar cuenta que fui yo?, ¿el presidente de la mesa, al coger el sobre, notaría algo raro?, ¿vomitarían al abrir la urna o el sobre?, ¿sería mejor plastificarlo?. También, me dio por pensar en el pobre mono que le tocase estar allí todo el día y encima tenga que aguantar la gracia.

Al final, con gran pesar, pues pensaba publicarlo con todo lujo de detalles (fotos incluidas), o incluso llegar a ser portada del menéame, no me he atrevido.