Ya estamos de vuelta…

Han sido dos semanas (o mejor dicho tres) bastante moviditas:

Para empezar, se suponía que iba a ir a Londres, pero al final, me ha surgido la oportunidad de un nuevo trabajo, poco antes de hacer la reserva del curso de Inglés (el día antes), a la que no me he podido resistir.

Por otro lado, como el nuevo trabajo me obliga a viajar mucho y tampoco tengo que ir a una oficina, si no que lo puedo hacer todo desde casa, necesitaba otro piso y Alicia estar cerca de “su gente”, así que, nos hemos mudado a Alcalá, dejando Tres Cantos y el mini-piso de una habitación y alquilando uno de tres, así cada uno tiene su despacho.

Con todo, os podréis imaginar el trajín de mudanza que nos hemos comido (salir del antiguo curro para empaquetar e ir llevando a Alcalá, limpiar la nueva casa, pedir la baja del ADSL en la antigua y el alta en la nueva, cambiar recibos…). Lo mejor de todo, es que ni un segundo de descanso, pues la incorporación al nuevo trabajo ha sido inmediata, con un fin de semana por medio en el que estuvimos dando los últimos coletazos al piso de Tres Cantos.

Ya iré contando las nuevas aventuras que me esperan…