Por fin vacaciones (VIII)

Hoy hemos “madrugado”, pues el desayuno empieza a las 9:30 y queríamos ir a Pamplona.

Por la de peaje, todo autovía hasta Logroño, y luego por otra nueva autovía hasta allí hemos tardado una hora y tres cuartos, así que a las 11:30 más o menos ya estábamos por allí, aparcando en un parking pegado a la famosa calle Estafeta.

Lo primero que hemos hecho ha sido entrar en una tienda original de Kukuxumusu, luego, hemos visto un poco el recorrido de los encierros y hemos acabado en la famosa plaza del ayuntamiento, donde el chupinazo y en la caseta de turismo, donde nos han dado un mapa y qué podíamos ver. También aprovechamos para firmar por la capital europea de la cultura, pues prefiero que no sea en Alcalá (paso de que me suban el IBI y demás) y nos dieron unas camisetas que aprovechamos para regalos “típicos” (sí, es cutre, pero no me valen).

Fuimos a la catedral (pero estaban en misa), al parque de la Taconera, una visita por las murallas, el museo de Navarra y vuelta al recorrido de Sanfermines. Al final, para variar, cominos en un kebab (es lo único que no parecía una trampa para guiris) y me compré una camiseta cachonda.

De allí fuimos a Logroño, pero no vimos nada “interesante”, así que continuamos la vuelta al hotel, pasando por El Ciego, donde tienen un hotel cuyo arquitecto es el mismo que el del Guggenheim, haciendo un contraste de los más raro: la iglesial del pueblo a un lado y al otro el hotel ultramoderno…

Continuamos la vuelta y paramos en las bodegas Dinastía Vivanco. La verdad es que de vinos no entiendo, y a priori el nombre no me suena, aunque se lo han currado y el sitio es digno de ver: museo muy interesante con todo los procesos y maquinaria del vino. Luego, la visita incluía una cata, aunque sólo una copa, bien de crianza 2005, bien un mosto. Alicia, que no le gusta nada el vino, le gustó bastante. Lástima que tengamos que seguir viajando pues habría comprado unas cuantas (yo pedí un mosto, por eso del coche).

Terminamos el día en Haro, pero, en comparación con Briones, es muy “ciudad”, es decir, no está tan bien conservado ni es tan “rural”.

Bueno, mañana nos espera otro viaje largo, así que toca mirar la ruta y demás.

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