La chorrada de hoy, ponerme una calcomanía en el brazo.
Ésta venía de regalo en un paquete de Cheetos. Evidentemente, no lo comí yo, pero sí me quedé con el “tatoo”.
Como todas estas cosas, comienzan con un “… no te atreves…” y terminan con unas buenas risas.
Ahí os dejo la intantánea de la chorrada:
¿Cuando eras pequeño a ti no te contaron el hoax ese de las calcomanías con LSD?
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