¿y por qué no te callas?

Esta semana, en la TV sólo se habla de una cosa: la cumbre iberoamericana, en la que hubo un pequeño enfrentamiento como ya habréis oído. Incluso han sacado un politono para los móviles que causa furor.

Pues bien, he estado en Madrid justo al lado de la Embajada de dicho país, concretamente, un par de plantas encima, pues está en un edificio de oficinas “normal”.

Al volver de comer, siempre alguno de los que íbamos, pulsaba el número de la planta dichosa, a lo que al parar el ascensor y abrirse las puertas, comenzábamos a corear la famosa frase. Había un estadounidense con nosotros que pensaba que estábamos locos, pero ya le explicamos qué pasaba y comprendió por qué nos reíamos tanto.

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