Finde sin coche

Llevé el viernes el coche a la revisión típica. Además de la revisión en si, quería que le mirasen también un ruido que aumenta en un intervalo concreto de velocidades y, sobre todo, en las curvas. Es un ruido sordo, grave, que conforme se acerca a los 120Km/h empieza a notarse hasta que superando dicha velocidad deja de escucharse (o al menos las frecuencias que como humano puedo escuchar).

Hasta aquí todo bien, pero me comenta el taller que, según encienden el coche, le notan un ruido metálico que, basándose en su experiencia, implica problemas con la polea del cigüeñal. Buscando qué hace, veo que se encarga de absorber los golpes del compresor de aire acondicionado, para que no repercutan en el motor. Según comenta el taller, si no lo arreglo puedo romper motor en cualquier momento.

El coche ya tiene casi 10 años, pero más caro es comprar uno nuevo, así que seguiremos reparándolo. La broma se avecina bien cara, a lo que hay que añadir el IBI, impuesto de circulación, seguro del coche… Total, que las cuatro perras que Hacienda me ha devuelto, van todas a pagar estos “imprevistos” (sí, lo sé, los impuestos no son imprevistos).
Se supone que el martes estará… Veamos qué tal. Como decía el Neng, “… Mi coche es mi motor…”.

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