Vaya semanita

Ha sido llegar de vacaciones y comenzar con energía. Cada día he tenido una actuación en un sitio distinto y, para colmo, con distinto repertorio, lo que me ha obligado a preparar la interpretación en casa…

Al menos, parece que no van saliendo mal y como dicen por ahí, lo que no te mata te hace más fuerte.

Tras todos estos días sin hacer caso al blog, ya tocaba una actualización… ¿qué quieres caldo?, ¡toma dos tazas!

Alegres vecinos

Hoy ha tocado reunión de compañeros del curro. Después de cenar, volviendo a casa dando un tranquilo paseo, se oye a lo lejos un gentío cantando.

Mientras vemos las luces del piso de los vecinos encendidas, pensamos que podrían ser ellos. Conforme nos acercamos, quizás por efecto de la propagación del sonido dejamos de oirlo, así que, lo más seguro es que se tratase de un grupo de botelloneros que pasaban.

Llegamos al portal y todo en calma, lo que confirma la hipótesis de los del botellón.

Al salir del ascensor vamos que nos hemos equivocado, son los de la puerta de al lado, que se deben estar despidiendo del piso, pues su casero les ha dicho que se tienen que ir.

Ahora mismo es la una y media de la madrugada. Siguen cantando a grito pelao, otros hablan de sus cosas y mientras, no se dejan de oir botellas moviéndose.