Cumpleaños (XXXIV)

Y ya van 34…

La verdad es que no esperaba nada, sólo ir con tres amigos a cenar a un restaurante asiático que nos gusta mucho, pero al llegar, nos encontramos a toda la panda esperando allí:

Cumpleaños

Cumpleaños en el Jade

Las diademas y collares florales estaban en el restaurante esperando: Alicia se acercó por la mañana para dejar todo listo. Imaginad, nada más entrar por la puerta, todo el mundo esperándonos de esta guisa.

Estuvo bien.

Semana en Barcelona

Esta semana la he pasado casi entera fuera de casa, en Barcelona.

Todo surge con la fiesta de empresa (a la que llamaron Navidad Die Hard), este viernes 13. Pues bien, forzando unos proyectos de fecha, éstos se finalizan y cierran (lo que me debe dejar la semana que entra tranquila) y puedo estar allí, oh casualidad, en la fiesta de empresa.

La semana fue complicada, ya sabéis que me va la marcha, y cuando tengo excursión, el tiempo se exprime a tope. Uno de los días,  del jueves al viernes, la intervención duró hasta las 5:30 de la mañana, para luego a las 9 estar otra vez en la oficina. Eso sí, me fui pronto a dormir una siesta y tener algo de aguante para la fiesta de esa misma noche.

Se celebró en el MauMau, un local ciertamente alternativo. Tanto, que la comida parecía una mezcla entre happy meal y picnic typical Spanish: una caja con croquetas, tortilla, queso, pa amb tomaquet,… La verdad es que está claro que lo mejor fue la fiesta en sí misma y la compañía: todos los compañeros de la división nos hicimos fuertes en unos sofás. Parecíamos mafiosos controlando el catarro (ojo con meterse con los de networking).

Aquí la foto del delito:

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Cita de La historia Interminable

«Me gustaría saber», se dijo, «qué pasa realmente en un libro cuando está cerrado. Naturalmente, dentro hay sólo letras impresas sobre el papel, pero sin embargo… Algo debe de pasar, porque cuando lo abro aparece de pronto una historia entera. Dentro hay personas que no conozco todavía, y todas las aventuras, hazañas y peleas posibles… y a veces se producen tormentas en el mar o se llega a países o ciudades exóticos. Todo eso está en el libró de algún modo. Para vivirlo hay que leerlo, eso está claro. Pero está dentro ya antes. Me gustaría saber de qué modo.»

Acaba con el empresaurio que llevas dentro

Cómo no va estar España así, debe ser genético o algo y está por todas partes.
Esta entrada viene porque vamos a contar con la ayuda de una persona para ayudarnos a limpiar la casa. La idea es que venga una vez a la semana unas cuatro horas. Desde el comienzo, le comentamos que le haríamos los papeles sin detrimento en el coste por hora que nos dijese.
Pues bien, estamos en ello, pero si esta persona hace varias otras casas, la idea es hacer conjunto, para de este modo, ahorrar costes de gestora y demás.
Hemos empezado la ronda de contactos y nos hemos encontrado con el empresaurio interior que llevan muchas personas dentro. No hacen más que poner las excusas más peregrinas que se puedan escuchar, todas infundadas e incluso tratando de convencernos a nosotros de no hacerlo.
Para quien no lo sepa, ir por lo legal nos supondrá un 8% adicional por jornada. ¡Un MIERDOSO 8% de más!. ¿Tienes pasta para ir de capitalista con “chacha” y no puedes asumir un puñetero 8% adicional?.
Eso sí, luego cuando me ponga enfermo quiero seguridad social, pongo a parir a mi jefe por hacer extras, pero luego, cuando me toca a mi soy incapaz de dar de alta a una persona que NO tiene otra forma de tener cobertura médica.
Cómo no vamos a tener empresas de mierda cuando los primeros mierdas somos nosotros.
Asco de gente.

El amigo informaaaaticooooo

Sí, así es, en estas últimas semanas he tenido que configurar la web a un par de empresas sin cobrar. Todo sea por ayudarles de la forma que sé y/o puedo a tirar adelante con la que está cayendo. No pensemos que webs complejas, sino en el típico constructor web de cierta marca de hosting, donde les da una presencia básica en La Red y redirecciones de correo para no estar con la cutrez de fulatino@hotmail.com.

Por lo demás, poco más, retomando las clases de patinaje, yendo al gimnasio al menos dos días por semana y viendo cómo poco a poco vuelve el mal tiempo.

Fiesta de clausura de la piscina

15 de Septiembre, fin de la temporada de piscina, comienzo del otoño, los días cortos, el frío, las ganas de no salir de casa salvo que sea estrictamente necesario… Para celebrarlo, o mejor dicho, para comenzar con mejor pie esta fase repelente del año (ojo, a 16 fines de semana de navidad), en la comunidad de vecinos se celebra una fiesta.
Por el módico precio de 10€ por cabeza, una barbacoa como la de la foto:

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super barbacoa

Y para bajar todo, se abrió la piscina, de forma excepcional:

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piscina nocturna

Fue una buena cena la del sábado, pero sobró comida, así que el domingo a la comida otra vez… Espero que esta sea la barbacoa definitiva, que si no, el gimnasio va a servir de poco y del yoga no digamos, que es únicamente relajación y estiramientos.

Adiós verano…

Traca final del verano

Ya sé que no se ha terminado, al menos desde el punto de vista ¿astronómico?, pero el curro ya ha empezado y eso implica lo peor: no tener apenas tiempo para uno mismo… Aunque, como digo muchas veces, las manos ociosas son el instrumento del demonio, así que estar ocupado evita males mayores.
Males mayores como un fin de semana de barbacoa total, inagurándolo en Cuenca y dando la traca final en Toledo. Menudo empacho, puff…  Pero estuvo bien, con buena compañía.
De dicho finde loco-barbacoa, a Barcelona, toda la semana, con intervención a deshoras incluida a las 3:30 a.m., pero salió bien, con tan sólo un par de cortes de 20 segundos. Espero no haber estropeado la compra online a nadie.
Para terminar la traca, este sábado estuvimos en Toledo, de forma casi imprevista, donde estuvimos dando una vuelta por el centro a la noche.
Por cierto, se me olvidaba, si buscáis hosting baratito con cuentas de email incluido, decidme, el domingo le configuré a un vecino un dominio, con web y correo por cuatro perras (no lo que yo cobro, sino el hosting), estoy por comprarme n dominios a estos precios.

Seis años con el blog

Ya van seis años con el blog, ¡quién lo diría!. Hasta la fecha, ha sido una aventura a trompicones, pues estuvo varios años funcionando correctamente hasta que por mudanzas, pasé a vivir a un sitio sin posibilidad de contratar Internet. A eso se le suma que cuando por fin hubo conexión, el Servidor decidió morir y estuve muchos meses con el “proyecto recuperación”, el cual nunca llegó a buen puerto… es más, el Servidor sigue en mi habitación parcialmente desmontado.

Tiempo más tarde, con el RapsBerry Pi traté de recuperarlo y, aparentemente, funcionaba, pero se corrompió la tarjeta donde va todo el sistema operativo repetidas veces lo que me hizo abandonar, hasta que le volví a dar vueltas al RaspBerry y, con un disco duro externo, se solventa el problema… así lleva al menos 3 meses: sin ruido, bajo consumo, muy lento sirviendo las páginas pese a la fibra de 100/100 que por fin tengo…

Veamos cuántos años más sigue.

En Galicia de vacaciones

Hacía ya tres años que no íbamos por allí, así que este año ya era “mandatorio”.

Hemos estado cuatro días en Ortigueira, aprovechando las fiestas y dos días en Lourenzá. Los días han sido todos muy buenos… es más, he vuelto quemado, como un cangrejito (lo que hay que sumar el quemado que traje de Atenas). Lo bueno es necesitar dormir con manta, lo que se agradece con el calor que hace en Mordor (o Madrid, como cada cual prefiera llamarlo).

Como novedad, quedamos con unos amigos, que ya estaban por la zona y aprovechamos para juntarnos en Ortigueira y seguir juntos hasta el final de estos días, desconectados del mundo.

En Ortigueira estuvimos en el Hotel La Perla, un sitio un poco antiguo, pero que está muy bien, además de ser el único hotel del pueblo. Los desayunos, con tostadas con pan de pueblo lo mejor. Estuvimos viendo la feria, la gira (estar en la playa) y como no, aprovechar para ver Estaca de Bares, Cabo Ortegal, San Andrés de Teixido, El Barquero, … recorrimos toda la zona haciendo paradas con las correspondientes fotos. Sobre la comida, qué decir, se come más que bien en la zona. Por ejemplo, en Ortigueira, en el Patracas comimos cuatro personas por poco más de 20€, sin privarnos de nada. El palo nos lo dieron en El Barquero, donde debimos entrar en el garito tima turistas de la zona y los platos la verdad es que sólo tenían patatas fritas de bolsa más que raxo o zorza… Pero salvo esa mala experiencia, el resto fue genial. Uno de los días, en Orti, en la playa, en la Cabana do Fox, para terminar, pedimos unos chupitos de Guinda y nos dan ¡vasos de tubo!, al decirle que esperábamos vasitos de chupito nos dicen: “…eso son tonterías…”.

Los últimos dos días, fuimos a Lourenzá. Allí ya habíamos estado hace algún tiempo, en Casa Gloria. Todo seguía tal y como lo recordábamos, con los pastelillos para desayunar. Fue nuestra base de operaciones durante esos dos días, donde vimos la Praia das Catedrais y, por variar un poco, Luarca en Asturias. Esta vez, miramos la tabla de mareas y pudimos ver las catedrales sin problema. La última vez no recuerdo haber visto los famosos arcos de roca y el agua nos empezó a cubrir peligrosamente. Esta vez, lo pudimos ver sin problemas, eso sí, lleno de gente, pero pudimos aparcar con mucha suerte cerca y ver la zona tranquilamente. Al día siguiente, pensábamos en dia de playa, pero al final, buscando en Internet, vimos que Luarca estaba cerca y, según la publicidad, es el “pueblo más bonito de españa”, así que no pudimos evitar ir a verlo.

Como detalle, en Casa Gloria, hay barbacoa, así que les preguntamos si podíamos usarla a la noche. Pues bien, cuando llegamos a la tarde con la carne comprada, bajamos a hacer los preparativos y la que habíamos visto no la había preparado, nos dejaron a punto un cuarto de garaje donde tienen una barbacoa de obra, con ladrillo refractarios, parrillas que sube/baja con rodillo, leña para hacer las brasas… impresionante. Incluso nos señaló sus bebidas y nos dieron permiso para beberlas (pero no todo!). Cuando recogimos y dejamos todo listo, fuimos a buscar a los dueños de la casa para que cerrasen, pero en vez de eso, aprovechó para tomarse una copa con nosotros y explicarnos cómo hace los licores o cómo matar un pavo… la verdad es que fue muy entretenido.

De regreso, al igual que a la ida, paramos en Ponferrada, en un centro comercial a quitarnos el gusanillo de comida basura (McRoñas y similares).

Unas fotillos para el recuerdo:

Cabo Ortegal

Acantilados de Loiba

Praia das Catedrais

En Atenas

Estos pasados 18 y 19 de Julio hubo un evento de cierto fabricante de seguridad/networking en Atenas. La verdad es que suponía que no iría, pero al final, nos invitaron y ahí estuve. La invitación consistía en darnos cierto dinero, pero debido al alto coste del vuelo, sólo pude ir yo… ¿y por qué sólo yo?. La historia es larga:

La idea era, en el caso de ir, poder llevar a Alicia. Luego parecía que finalmente no íbamos, pero a última hora sí, aunque con un compañero de trabajo compartiendo habitación, lo que hacía complicado que Alicia pudiese ir. Al final, debido a los fondos que nos dieron, sólo podía ir uno y yo fui el elegido. El caso es que viendo el coste del vuelo (casi 500€), para 3 días era prohibitivo que Alicia viniese, así que fui para allá a la aventura. Al menos, el día anterior me dijeron que el distri también iba y unos chavales de la competencia, que además cogían el mismo vuelo que yo.

Salí hacia allá el miércoles a las 12 de la mañana. Llegamos sobre las cuatro de la tarde (ojo, allí es una hora más). Al llegar al hotel, el mismo que del evento, hago el check-in y me dice el recepcionista que no tengo reserva. Le muestro el ticket que me da mi empresa y, ¡ME HAN RESERVADO EN OTRO HOTEL!. Encima, el teléfono del curro NO coge cobertura (debe tener bloqueado el roaming) y sólo tengo el personal. Llamo rápidamente a la agencia de viajes y me dicen que sí, que lo saben, que me reservaron otro hotel porque no había disponibilidad ese, pero no me avisaron. Eso explica también que pensase que el taxista nos estuviesen dando el rulo del turista, pues nos llevó a un hotel que no coincidía con mi marca de Google Maps. Afortunadamente, el hotel está a unos 10 minutos andando, así que voy para allá a hacer mi check-in y a las 18:30 nos reencontraríamos otra vez en el hotel para dar una visita de bienvenida.

En esa visita, estuvimos con un par de preventas de españa del fabricante, los chavales del otro integrador y el distri. Nos dimos una vuelta por fuera de la Akrópolis:

En Atenas

Junto a la Akrópolis

Nos dimos una vueltecilla por la zona hasta que llegamos a la zona no turísticas, donde en una terraza aprovechamos para cenar. De ahí fuimos a un pub que tiene azotea estilo chill-out, asi que tomamos una copa y al hotel… un paseíto de unos 40 minutos de vuelta. Durante el paseo, uno de los compañeros me comenta que se ha preparado una de las certificaciones y que hay info en Internet y tal… Así que según llego al hotel, sobre las doce de la noche, me pongo a buscar, me bajo los temas y empiezo a estudiar… me acosté a las cuatro de la mañana.

Al día siguiente, el jueves, el despertador a las 7 casi me mata, pero había que estar temprano para hacer el check-in del evento. Esa misma tarde tenía además la certificación, pero al no verlo nada claro, hablé con el personal de cursos y les pedí cambiarlo al viernes por la mañana. Mientras estaba en las charlas, con los product managers y demás, me da por verificar las dos certificaciones que tengo y veo que una de ellas no es para nada apropiada a lo que suelo hacer, así que lo cambio in extremis y veo que el temario es con diferencia más grande que el que esperaba… así que, me entra el pánico y me piro al hotel a estudiar toda la tarde. No está bien, pero sólo me escapé de la última charla y de una cena oficial.

En el hotel, como  un loco, mirando los temas, empollando, con las pestañas ardiendo. Como me escapé de la cena, aproveché para buscar algún sitio para cenar alrededor de mi hotel. Encontré un tugurio, pero la dueña, una señora mayor, supo traducirme al inglés sin problema la carta. Hay que decir que mi hotel no está en zona turística, es una zona residencial y el tugurio no debe estar nada acostumbrado a turistas, pues todo en griego y sólo había griegos cenando. Al fin probé los gyros y algo a lo que llaman kebab. La verdad es que el gyros es como el kebab pero de cerdo y en plato (con la pita al lado, aunque muy bien especiada). El kebab es como un pincho moruno, sin el palo, pero de carne picada de vacuno y cordero. Estuvo mejor el gyro. Tras la cena, donde yo creo que me cobraron de menos a modo de menú degustación para turista perdido y solitario, volví al hotel a estudiar… hasta las cuatro otra vez.

Al día siguiente, viernes, las certificaciones, una tras otra. La primera, pensaba que iba a pinchar por los pelos, pero en realidad tuve muy buena puntuación. Respecto de la segunda, la verdad es que no me sonaba ninguna pregunta, no se parecían en nada a los ejemplos… pinchaba seguro, así que sin esperanza a darle a finalizar, me pone “PASS”. Yo con los ojos como platos, ya me habían dado el día y para bien. Al final, dormir poco más de 3 horas al día mereció la pena… ¡y tanto!.

Estaba que lo tiraba, así que por la tarde, fuimos a la plaza Sintagma, a ver a los indignados, pero no había ninguno. Tras ver el cambio de guardia, fuimos a Ekklisia Agii Isidori, un monte desde el que se puede ver todo Atenas. Subimos en un funicular, el cual es algo caro, 7€, pero merecen la pena las vistas. Lo que sí fue curioso es que el agua que vendían allí, las típicas botellas de un tercio, costaban 0,35€. ¿Alguien se puede imaginar ese coste en un sitio turístico en España?.

Ekklisia Agii Isidori

Vistas desde Ekklisia Agii Isidori

De allí salimos hacia el centro de nuevo, con la intención de ver la Akrópolis, pero, ya habíamos andando basten, así que nos dio pereza. Fuimos a una azotea de estas a tomar un daikiri.

Azotea Chill-Out en Atenas

Azotea Chill-Out en Atenas

De allí fuimos a cenar, a otra terracita/azotea y al hotel. Como el mío estaba a 10 minutos andando, cogí un taxi que me cobró 3,20€, el precio mínimo. Lo raro es que me dijo que a esas horas, sobre las 3 de la mañana, podría ser peligroso ir por la calle… No tenía esa apreciación, pero sí había visto algunos ninis/canis por allí el día anterior.

El sábado, a las 10 el despertador casi me mata otra vez. Habíamos quedado a las 12 para ir directos a la Akrópolis. La entrara eran 12€, no está mal cobrado. Con el solazo que hacía, acabamos como cangrejitos por la tarde. El caso es que no está nada bien conservado, además de los turistas idiotas que cogen piedras o se dedican a tirarlas… En cualquier caso, es interesante imaginarse cómo podía haber sido aquello, en mármol blanco.

Partenón en la Akrópolis

Partenón en la Akrópolis

Una cosa que no me gustó nada fue ver niños con acordeones pidiendo. Estaba claro que no eran de la zona… supongo que pasa igual que en Madrir, donde hay unas mafias que controlan los semáforos. Allí lo hacía con niños acordeonistas tocando Zorba el Griego sin parar y todo ello sin que la policía moviese un dedo, pues lo hacían incluso delante de ellos. De allí, a comer, por la zona turística, donde como no, pedí otro gyros. Volvimos al hotel a por las maletas y vuelta al aeropuerto… La verdad que lo siento por la chica que le tocó sentarse a mi lado, pero después de sudar como un animal con la visita matutina (y sin poder volver a la habitación por una ducha), supongo que le debí dar el viaje 😦

Para resumir, tres días en Atenas, estudiando, pero con cierta diversión al salir todo bien.