Desde Abejar (III)

Hoy, ha tocado ver los diversos pueblos de Soria… bueno, más o menos, hemos ido a lo que teníamos cerca.

Primero hemos ido a Santo Domingo de Silos, donde por ser domingo, en misa de 12, se hace en gregoriano (con varios monjes) y con el órgano. A la salida, hemos intentado ir al museo de la música, pero no abría hasta por la tarde, por lo que no pudimos. Una lástima, pues está considerado de los mejores de España.

Como anécdota graciosa, había un caballo en un corral abierto de una casa, Alicia, trató de sacar una foto, pero algo no le gustó y salió corriendo hacia ella. Se quedó petrificada, al ver que la cuerda no parecía tensarse… hasta que a pocos metros de ella, se paró (por la cuerda, que era larga), y, ¡se empezó a tirar pedos!. ¡Nunca había visto un caballo con flatulencias!. Otras personas también se quedaron con los ojos como platos.

Saliendo de Santo Domingo, tenemos Yecla. Aparcamos el coche en la carretera y nos metimos por una grieta en la roca… nada peligroso, hay un camino marcado.

En Covarrubias, donde parece que se hacen representaciones medievales, aprovechamos para comer. El pueblo, a orillas del Arlanza, está muy bien conservado, sobre todo la torre del castillo y parte de la muralla, además de todas las casas bien conservadas.

De Covarrubias a Hortigüela, luego Salas de los Infantes. En éste, hay un museo de los dinosaurios, pero estaba cerrado, por lo que continuamos el recorrido.

Pasamos por Quintanar de la Sierra, para luego llegar a Duruelo. Allí pudimos ver unas ignitas, donde hay pisadas conservadas de dinosaurios, aunque imagino que no tengo los ojos de un paleontólogo, porque no veíamos ninguna… y eso que está señalado.

Finalizamos en Covaleda, luego Vinuesa y vuelta al hotel, pensando en el merecido jacuzzi, lástima que algún crío vomitase, lo que no lo hacía muy apetecible.

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