El colmo de la dejadez

Hoy he actuado en un organismo público.

Al llegar a recepción, comienzo:

Alberto: Hola, venía a ver a Fulano Pérez

Funcionario: Sí, dígame la extensión

A: Pues la verdad, siempre le llamo al móvil

F: Tiene que preguntarlo

A: ¿Y no lo puede mirar en el ordenador?

F: Es que no es mi trabajo

A: ¿Pero esto no es recepción?

F: Es que eso no lo miramos nosotros

A: Entonces, ¿para qué tienes el ordena?… A ver si te vas a estresar por mirarlo… ¿Qué pasa?, ¿me vas a decir que hacen falta 15 personas aquí para cambiar una bombilla?

F: Ya pero…

A: Tú la fama te la ganas a pulso

F (llamado a Fulano, más quemado que la pipa de un indio): Alberto está aquí.

F: Toma tu pase

A: Gracias.

Ahí se van nuestros IRPF… luego dirán que soy un broncas, pero cosas así no son tolerables.

5 thoughts on “El colmo de la dejadez

  1. No quiero generalizar, sólo meto al pavo este en el mismo grupo que aquel pollo de correos que me dijo en la oficina de correos que no era el sitio indicado para preguntar cuánto valía un envío, o el PAS (Personal de Administración y Servicios) de la uni, o los que atienden en el DNI para renovar….

    Ya sabía que este post iba a ser polémico 😉

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  2. Sobre los PAS de la UAH… anda que no tuve problemas con ellos. Los cafés a los que se van justo cuando tienen que abrir y hay cola, el trabajo que les cuesta hacer cualquier cosa, la fotocopias inútiles que te piden, los baños con llave especiales que tienen, la falta de orden que se traen, las contradicciones que te dicen (como si cada uno estuviese en otra universidad), la desatención telefónica…

    Generalizar es un defecto, pero por culpa de los cuatro cafres que hay, se llevan todos la fama :

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  3. Bueno, funcionarios cafres los hay, y de hecho son los mas visibles siempre, pero tambien hay mucha gente ahí currando y sacando trabajo que pasan desapercibidos 😛

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